Desde que S&P mejoró la calificación de deuda de México de “BBB” a “BBB+” el pasado 19 de diciembre, con el argumento de que la reforma fiscal y la reforma energética mejorarán el panorama de crecimiento económico de nuestro país, la curva de bonos logró relajar algunas posturas de largo plazo y pasar de lindo la noche buena y el año nuevo, variando de 6.37 p.p. a 6.2% en tan sólo un día con la nueva nota.
Empero, la moda fugaz por la deuda mexicana parece estar a punto de extinguirse ante la incertidumbre de si con los mejores datos económicos de Estados Unidos, la Reserva Federal no se verá encaminada a realizar mayores ajustes a su política de compras de activos a largo plazo, lo que ya casi ha llevado nuestro rendimiento nominal a 10 años a las 6.5 unidades. Incentivada del mismo modo por los malestares económicos que aún posan sobre México.
Pero en suma, y a expensas de que el dato del empleo de mañana en Estados Unidos sea demasiado bueno y golpee nuestra curva, el Gobierno Federal ha realizado una venta de bonos denominados en dólares con madurez a 2021 y 2045. Transacción liderada por Credit Sisse y HSBC, según filtro Bloomberg hace unos momentos.
Es la primera colocación que se hace con la nueva nota de deuda ajustada por S&P, y se espera que la colocación a 2021 quede 125 puntos base por arriba del rendimiento de los Tresuries (que se aproxima a 2.98%), mientras que los bonos con vencimiento a 2045, se estima logres una colocación por 175 pbs arriba de tresury (que va cerca de 3.88%).
La economía mexicana esta pronosticada a crecer aproximadamente 4% este 2014, de acuerdo a las estimaciones oficiales (que además son para variar las más optimistas). Y el promedio de las estimaciones de diversas instituciones llega a ser hasta 3.52%, que es más del estimado de crecimiento para la economía de América Latina de acuerdo al consenso de Bloomberg (2.89%), y obviamente del desempeño expuesto durante 2013 (el módico 1.2%)
En este sentido, la colocación de estos bonos y su adquisición por parte del mercado, serán claves para definir si este tigre azteca tiene todavía garras para engatusar a los inversionistas con prospectivas de 2014. Pero aún hay más, el dinero adquirido por la colocación a largo plazo será utilizado para comprar bonos en vencimiento a 2026, 2031, 2033, 2034 y 2040, brindando el mensaje claro de que la curva no se disparará el día de mañana, aunque la tasa de paro de EEUU llegase finalmente a 6.5%. ¿Será?
A este rompecabezas sólo le hace falta una pieza que se llama “crecer”.