El sector de la construcción ha estado muy castigado en el último mes, sin embargo los descensos en las cotizaciones de las principales emisoras de vivienda no es algo nuevo, pues desde la crisis de hipotecas en Estados Unidos han disminuido de forma dramática los precios de sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.
Pese a ello, no se puede calificar a todo el sector como un mal lugar para invertir, e incluso podemos encontrar grandes rendimientos en empresas que no se especializan precisamente en la vivienda, pero que igualmente forman parte de ese índice de construcción que tanto ha sufrido: las emisoras de infraestructura.
En Llamadinero nos queda muy claro que este sexenio será caracterizado por grandes obras de remodelación en infraestructura vial, servicios y proyectos productivos, por lo que grandes empresas que se especializan en este rubro, han ido escalando sólidamente en sus cotizaciones sin darse a notar demasiado, y creemos que lo seguirán haciendo.
Proyectos como el tren de alta velocidad entre la Ciudad de México y Querétaro, la modernización del transporte en ciudades con alta densidad de población y la inclusión de inversión privada a paraestatales, desatarán grandes inversiones en infraestructura, beneficiando a empresas que ya acumulan altos rendimientos en sus acciones desde finales de 2011, mientras que el sector de la vivienda seguirá siendo oportunidad de compra en tanto se reestructure la estrategia de construcción de las grandes empresas.