En su reunión de política monetaria el Banco de México anunció el mantenimiento su tasa de interés de referencia pero advirtió sobre una serie de riesgos financieros para el país. En especial con esta frase: “no puede descartarse la posibilidad de que el proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos propicie un ajuste importante en los flujos de capital hacia las economías emergentes, lo que podría afectar las fuentes de recursos disponibles para la economía.”
La salida de capitales es un claro riesgo también para la inflación por el efecto que genera sobre el tipo de cambio. En ese sentido, Banxico precisó que “vigilará las implicaciones que sobre las previsiones para la inflación tengan la evolución de la actividad económica y la postura monetaria relativa de México frente a la de Estados Unidos, entre otros factores, con el fin de estar en condiciones de alcanzar la meta de inflación señalada.”
Nosotros creemos que en el discurso de Banco de México debió de hacerse referencia no sólo a la política de monetaria de Estados Unidos sino también a la de otros países emergentes, en especial porque son aquellos con los que el país compite por capital extranjero y las recientes alzas en las tasas de interés podrían ocasionar un movimiento de flujos a activos con mayor rendimiento, pero también habrá que observar que esa misma restricción monetaria ha proyectado un escenario de menor dinamismo económico en esas regiones, lo cual podría servir como contrapeso a favor de México.